domingo, 14 de febrero de 2016

TALLER DE COMPRENSIÓN LECTORA
                       
Lea detenidamente las dos historias a continuación y resuelva el taller más adelante.

Vida y fortuna de un muchacho inquieto
Carlos de Sigüenza y Góngora nació en México en 1645. En ese tiempo, a las personas que les gustaba mucho estudiar, pero no pertenecían a familias ricas, sólo les quedaba un camino: integrarse a alguna orden religiosa. Así que Carlos inició sus estudios con la orden de los Jesuitas a los 15 años de edad; a los 17 años hizo votos, como se le llama a los compromisos que adquieren durante toda la vida quienes se ordenan sacerdotes.
Aunque no se ha encontrado la causa exacta, al poco tiempo, Carlos de Sigüenza y Góngora tuvo que dejar la orden de los Jesuitas, pero continuó siendo sacerdote, por lo que nunca se casó.
Tomó cursos en la Real y Pontificia Universidad de México y por su gran dedicación pronto se destacó en matemáticas, astronomía y literatura.
En aquel entonces la astronomía se mezclaba con la astrología, un arte adivinatorio que la gente empleaba para predecir la suerte y el futuro mediante la observación de los astros. Todavía hoy muchas personas piensan que el porvenir se puede leer en el cielo nocturno, si nos fijamos en la posición de las estrellas.
Como se relacionaba a los astros con la suerte, los cometas eran unos de los fenómenos astronómicos que más asustaban a las personas. Se creía que la aparición de un cometa anunciaba problemas, enfermedades, pobreza, y mil calamidades más.
En 1608 Carlos de Sigüenza y Góngora se dedicó a estudiar un cometa que se veía en el cielo de México. Realizó mediciones muy precisas sobre su trayectoria y escribió en 1681 un documento, no muy extenso, pero sí con un largo título: Manifiesto filosófico contra los cometas despojados del imperio que tenían sobre los tímidos. Algo que podríamos traducir por algo más o menos así: Estudio sobre los cometas, quitándoles la mala fama que tienen entre la gente miedosa.
Este manifiesto no fue muy largo porque la intención de Sigüenza y Góngora era explicarle a la gente que los cometas no tenían ninguna influencia sobre la vida de las personas, ni buena ni mala; por lo tanto, no debían ser considerados como anunciadores de mala suerte.
Pero, aunque parezca increíble, otros estudiosos de la época continuaban creyendo en la malignidad de los cometas, y escribieron a su vez otros tratados y manifiestos en contra de lo dicho por Carlos Sigüenza y Góngora. Y no sólo eso, sino que le advertían a todos que se prepararan para lo peor después del paso del cometa.
Por supuesto, quien tenía razón era don Carlos.
Libia E. Barajas Mariscal, Vida y Fortuna de un muchacho inquieto que se convirtió en científico. México, SEP-Castillo, 2005.


Un joven de Vinci
Leonardo da Vinci nació en una aldea remota de Italia hace más de 500 años. Se conocen muchos detalles sobre su nacimiento gracias a su abuelo, Antonio da Vinci, quien escribió sobre el acontecimiento en un viejo cuaderno. No lo había utilizado durante 16 años y empleó el poco espacio que le quedaba al final de la última página para contar el nacimiento de su nieto.
Según su abuelo, Leonardo nació en Vinci el 15 de abril de mil cuatrocientos cincuenta y dos. La familia de Leonardo había vivido allí durante, al menos, 200 años antes de que él naciera. Habían adoptado el nombre de la aldea como apellido, una práctica muy común en la Italia de aquel tiempo.
Leonardo Da Vinci estudió para ser artista, pero en su larga trayectoria no pintó más que unos pocos cuadros, dejando muchos inacabados. Sin embargo, uno de ellos, la Mona Lisa, es uno de los más famosos de la historia. Actualmente, el cuadro puede apreciarse en el museo del Louvre de París. Es una pintura revolucionaria en muchos aspectos. Leonardo utilizó la pose de tres cuartos en su sentido pleno: una mujer aparece retratada desde la cintura, incluidas las manos, y sus ojos miran directamente al espectador, en lugar de hacia la distancia, algo nunca visto hasta entonces.
Leonardo también tenía otros intereses, como las matemáticas y la ingeniería. Actualmente, se le considera un auténtico genio, pues en sus pinturas y cuadernos de notas podemos descubrir a un hombre único con una gran sed de conocimiento. Un hombre cuyos sueños y descubrimientos lo transportaron al futuro. Un hombre que se adelantó a su tiempo.
 John Malam, “Un joven de Vinci” en Leonardo Da Vinci: el genio que definió el Renacimiento. México, SEP-Altea, 2007.

TEXTO 1: Vida y fortuna de un muchacho inquieto que se convirtió en científico.
FUENTE:  Antología  Leamos mejor cada día.6° grado. Pág. 81 y 82.
TEXTO 2: Un joven de Vinci
FUENTE: Antología  Leamos mejor cada día.6° grado. Pág.178

1.-  Subraya  la idea principal del texto 1

a.-  El texto habla sobre algunos aspectos relevantes de la vida de Carlos de Sigüenza y Góngora.

b.- El texto  describe los sucesos de la infancia de  Carlos de Sigüenza y Góngora.

c.- El texto  se refiere a Carlos de Sigüenza y Góngora como un gran inventor del siglo XV ?

d.- El texto explica cada una de las etapas  de  la vida de un muchacho inquieto.


2.-  Escribe  ¿por qué es importante leer, estudiar y estar enterado de los diversos temas ?

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3.-  Subraya, los dos textos se complementan porque:

a.- Ambos textos presentan la descripción de sucesos reales.

b.- Explican  la vida de seres humanos que vivieron en distintos países.

c.- Se refieren a personajes que se destacaron por su inteligencia y anticipación a su tiempo.

d.- Describen las técnicas y procedimientos para descubrir, crear e inventar.




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